La fotografía no fue siempre
considerada un arte. Su integración al arte fue un proceso muy discutido que
comenzó con los fotógrafos retratistas. El retrato fotográfico tuvo gran
acogida como reemplazo del retrato pintado ya que aquel era mucho más barato.
Como el retrato fotográfico remplazaba al retrato pintado, gran cantidad de
pintores decidieron convertirse en fotógrafos retratistas para sobrevivir. Este
fue el caso de Félix Tournachon, Gustave Le Gray y el segundo de los hermanos
Bisson. Éste fue el primer ingreso de la fotografía al medio artístico. Además
estos pintores fueron algunos de los que lucharon por que la fotografía sea
considerada un arte.
A mediados del siglo XIX apareció
una nueva tendencia artística, el naturalismo. La aparición de esta nueva
tendencia, centrada en la objetividad, buscaba imitar la realidad y la
naturaleza con un alto grado de perfección y despreciaba la subjetividad. Así,
el naturalismo fue la puerta que se abrió para dar a la fotografía una verdadera
importancia en el arte ya que al imitar de una forma casi perfecta la realidad,
superaba ampliamente a la pintura en este aspecto. Por otra parte, el constante
desarrollo de la fotografía en esa época, básicamente con las nuevas técnicas
sobre la utilización de la luz del sol, dio origen a fotos con un mayor
significado estético, lo que llevó a un nuevo acercamiento de la fotografía
hacia el arte.
Más tarde se descubrieron técnicas
usando clara de huevo, que hacían posible lograr que la imagen por sí misma se
quedara grabada en el papel. Esta técnica se fue perfeccionando gracias a la
comprensión del fenómeno químico implicado y a una continua experimentación con
materiales alternativos. Pronto fue posible tener una caja con un papel
fotosensible oculto de la luz, un cañón con el que enfocarla, y un obturador
para hacer pasar la luz el tiempo suficiente para que impresionara la película.
La fotografía como arte, ciencia y
experiencia humana fueron evolucionado en paralelo durante este tiempo. En cuanto
fue posible hacer de la cámara un dispositivo móvil fácil de manejar apareció
la posibilidad de influir en el espectador mediante la posición de la cámara y
su enfoque, lo que permitían trasladar la subjetividad del fotógrafo a la
fotografía, además de ir construyendo un lenguaje artístico. En la actualidad,
la fotografía artística en sí, tiene un carácter muy subjetivo. Los movimientos
artísticos durante las primeras décadas del s.XX, particularmente el Modernismo
y sus ramas derivadas que van desde el impresionismo en la pintura y su
consiguiente marcha hacia lo abstracto tuvieron una gran influencia en la
fotografía.18 Ya en la actualidad, la fotografía artística pura es casi
completamente subjetiva y la manipulación de las imágenes se ha convertido en
una herramienta fundamental en su expresión artística; la fotografía de Annie
Leibovitz, Tina Nibbana, Helmut Newton y David LaChapelle entre otros, siguen
siendo parte de la nueva revolución fotográfica.
El lenguaje artístico fotográfico
partió de la herencia de la pintura. Sin embargo, rápidamente amplió su léxico
gracias a la facilidad de hacer enfoques extremos (picados, contrapicados,
etc.), la captura del movimiento con largos tiempos de obturador y la decisión
del momento. La presión sobre el fotógrafo para marcar su subjetividad en la
fotografía forjó un lenguaje lleno de sutilezas pero perfectamente
comprensible, muy directo para cualquier observador.
Hoy la fotografía es practicada por
millones de personas en todo el mundo armados con buenas cámaras fotográficas.
Prefiriéndose actualmente las cámaras con una buena óptica y muchas opciones
que añadan flexibilidad, frente a las cámaras orientadas al consumidor, donde
la óptica y el obturador es dirigida por la electrónica restando al hecho de hacer
una foto gran parte de su imprevisibilidad. La aparición de las cámaras
digitales, cámaras mixtas con vídeo y la fotografía en entornos de realidad
virtual complican, enriqueciendo, el futuro de este arte.
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